Domingo, 29 de marzo de 2015
Recuerdo esta última parte de nuestro primer día en Kyōto como un pequeño fracaso... Como siempre digo, al final hay que mirar el lado positivo y guardar todas esas cosillas que quedan pendientes y así asegurarte de que vas a volver algún día a ese mismo lugar a desquitarte. Pero aún así, siempre queda un poco de mal sabor de boca.
En primer lugar, muy a nuestro pesar pasamos por alto el barrio tradicional de Gion. Teníamos algo de prisa por llegar a Kiyomizu-dera y ver atardecer allí (se nos había echado el tiempo encima).
Durante nuestro paseo por las empinadas cuestas que llevan a Kiyomizu-dera nos encontramos con una bonita pagoda de cinco pisos y 46 metros de alto. Esta pagoda, llamada Yasaka-no-to (八坂の塔), pertenece a Hōkan-ji (法観寺), uno de los templos budistas de Higashiyama. Fue una sorpresa, sin duda, y una merecida recompensa. :-)

